En un artículo anterior, desarrollé las Etapas para desarrollar un Producto Digital para tu negocio: Diseño, Desarrollo, Operación y Resultados; y es justamente en cada una de estas etapas donde involucrar activamente al equipo de tecnología puede ayudar a obtener mejores resultados.
A continuación, se explicará de qué forma el equipo de tecnología puede ayudar en cada etapa:
ETAPA 1: Diseño
Como el equipo de tecnología está involucrado en el desarrollo del producto, también está involucrado en el resultado final del mismo, es decir, está pendiente de cómo responde el producto en el mercado. Adicionalmente, el equipo de tecnología conoce todas las funcionalidades y requerimientos previos que este producto presenta, por lo que puede proveer de una perspectiva muy útil al equipo de diseño al momento de plantear los requerimientos del proyecto.
Por otra parte, muchas veces el equipo de diseño no tiene en consideración ciertos aspectos que corresponden a áreas ajenas a ellos, por ejemplo: Operaciones, Finanzas, Legal, etc. En cambio, el área de tecnología es la que podría aportar una visión más amplia de las necesidades de cada área con respecto al producto ya que tiene la responsabilidad de brindarles a todas ellas información sobre el rendimiento del producto para que realicen sus propios reportes e indicadores.
En resumen, el área de tecnología puede aportar una visión extensa sobre las interacciones entre las áreas de la empresa, y así ayudar al equipo de diseño a elaborar de formar más clara y práctica sus ideas, plantear objetivos que vayan acorde a las distintas áreas y que estas ideas puedan optimizar procesos que ayuden a toda la empresa en su conjunto.
ETAPA 2: Desarrollo
Dado que el equipo de tecnología participó en la etapa de diseño, este cuenta con mayor información sobre lo que se quiere lograr con la implementación de cierto producto o requerimiento; esto le permite al equipo enfocarse en resolver el problema principal y darle la prioridad necesaria.
Si no le brindamos suficiente información y peor aún, si no está contextualizada, corremos el riesgo de que el equipo de tecnología falle en su priorización de las tareas y termine desperdiciando tiempo en tareas de menor importancia.
ETAPA 3: Operación
Muchas veces el producto que se entrega a operaciones, es un producto que, si bien soluciona el problema planteado en la etapa de diseño, no suele ser práctico para el usuario final al momento de utilizarlo.
Esa falta de ergonomía por parte del producto, podría ocasionar que el usuario final cometa errores no previstos en el uso de la herramienta, los cuales tendrá que solucionar el área de tecnología, generando una mayor carga de trabajo y el consumo de recursos no planificados.
Si el equipo de tecnología tiene una comunicación más abierta y de cierta forma están más involucrados con el área de operaciones, esto ayudará en la detección de errores en los procesos y también en poder prevenirlos haciendo productos más adaptados a las necesidades del área.
Una comunicación más abierta y mayor involucración entre las áreas de tecnología y operaciones contribuye a la detección de errores en los procesos y también a prevenirlos para desarrollar productos mejor adaptados a las necesidades del área.
ETAPA 4: Resultados
Para esta etapa el equipo de tecnología se encarga de recopilar la información necesaria para las distintas áreas, esto les permite obtener información de cómo va la operación del producto.
Ahora, al estar el equipo de tecnología más involucrado con todo el proceso, se puede adelantar en el análisis previo de la información e interpretarla de forma sencilla con el objetivo de evaluar si la información que se está enviando o se va a enviar a las otras áreas tiene sentido.
Este análisis previo permitirá detectar errores y solucionarlos oportunamente sin afectar los recursos de las otras áreas.
Para terminar, cabe recalcar que las etapas del desarrollo del producto forman un ciclo continuo de mejora y, por lo tanto, mientras más información tenga el equipo de tecnología en cada iteración, tendrá una visión cada vez más amplia de lo que la empresa necesita y también de lo que las distintas áreas requieren para su correcto funcionamiento, incrementando así la velocidad y eficiencia de cada etapa del proceso de desarrollo.