Valor y Precio
Como decía el escritor Antonio Machado “todo necio confunde valor y precio” y aunque en la realidad se entiende que todo ejecutivo, accionista y asesor tienen clara esta diferencia, cuando llega el momento de enfrentar una transacción de capital, curiosamente esta distinción no se suele evaluar adecuadamente.
¿Qué es Valor de una empresa?
El concepto básico de valor de una compañía o negocio es un concepto teórico mediante el cual se trata de aproximar cual podría ser el Valor Intrínseco o Fair Value aplicando una serie de metodologías generalmente aceptadas.
Este tipo de valoraciones pueden asemejarse a valoraciones de laboratorio donde el ejercicio se realiza bajo determinadas condiciones de aislamiento sobre cualquier entorno de una Transacción.
¿Qué es el Precio?
Precio es lo que alguien está dispuesto a pagar por un activo. En el contexto de una Transacción es el valor que un inversor asigna a una compañía. Los elementos que pueden diferenciar el Valor Intrínseco del Precio o Valor de Transacción son múltiples y pueden ir desde factores humanos hasta factores más objetivo y técnicos.
Entre los factores técnicos podemos enunciar algunos como: tipo de inversor, estrategia de la inversión, grado de control de la compañía a invertir, retornos esperados del inversor, liquidez de la inversión, financiamiento de la inversión, rondas futuras de financiamiento, condiciones preferentes de accionistas, posibles sinergias, etc.
¿El Precio se define en la negociación?
Si le preguntáramos a un grupo de empresarios sobre el Precio o el Valor de la Transacción, probablemente la mayoría dirían que el Precio sería consecuencia de la negociación y seguramente tendrían razón.
Sin embargo hay una gran diferencia entre afrontar una negociación partiendo de un Valor Intrínseco o de un Valor de Transacción. Como hemos mencionado, la definición del Precio se compone de factores humanos pero especialmente y en su mayor parte de factores técnicos que pueden evaluarse y anticiparse de alguna manera.
La experiencia en las transacciones del mercado de PYMEs y hasta incluso de grandes compañías en muchas ocasiones ha demostrado qué a la hora de realizar la Valoración de la compañía objetivo, los accionistas bien de manera interna o contratando asesoramiento, en la gran mayoría de los casos reciben la Valoración de Fair Value lo cual los posiciona en un plano totalmente diferente al del inversor.
¿Qué es lo que puede ocurrir si la estrategia de valor está mal planteada?
Este error de enfoque en el ejercicio de valoración puede tener múltiples consecuencias tanto para la compañía como para sus accionistas:
Pérdida de tiempo y dinero. Toda transacción de capital tiene plazos largos desde que se toma la decisión hasta que se cierra la operación. Si bien no hay reglas, podríamos decir que todo este ciclo puede llevar desde los 6 meses hasta los 12 meses (o más incluso).
Buena parte de las transacciones no terminan cerrándose por diferencias de Precio. En muchos de estos casos, el realizar una buena estimación del Valor de Transacción podría evitar que la compañía dedique más de medio año y cantidades importantes de dinero en asesores a una transacción que estaría mal planteada desde el primer día.
Deteriorar el valor de la compañía. En entornos como el actual, muchas compañías buscan en el capital el financiamiento necesario para mantener la viabilidad de su negocio.
En estos contextos, cada día que transcurre se deteriora el valor de la compañía y perder tantos meses buscando posibles inversores con un planteamiento valor desenfocado, puede llevar a la compañía a una situación deterioro y hasta insolvencia.
“Quemar el mercado”. Otro efecto que suele darse en ocasiones tiene que ver con el hecho de acercarse a múltiples inversores para tratar de maximizar las probabilidades de éxito de la transacción y su Precio, partiendo de una estrategia de valor desenfocada.
Esto generará un efecto negativo entre los inversores ya que tras un primer acercamiento mal planteado, es complicado que se pueda regresar a esos mismos inversores tras un corto espacio dé con una propuesta muy diferente.
Hacer una mala operación sin saberlo. Hay pocas cosas más duras para un accionista que hacer una transacción con su compañía pensando que ha hecho una buena operación cuando en realidad ha hecho una pésima venta. La falta de un adecuado entendimiento sobre los conceptos de Valor Intrínseco y Valor de Transacción o Precio pueden llevar en ocasiones a generar esta situación de errónea complacencia, con las posibles consecuencias para el patrimonio del accionista o incluso para la compañía.
En definitiva, si usted está evaluando realizar algún tipo de transacción en su compañía, le recomendamos que tenga en cuenta estas reflexiones que podrían ayudarle en su objetivo o en evitar que termine perdiendo tiempo, esfuerzo y dinero.