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Cómo desarrollar una estrategia de email marketing

Por Raul Gonzales - 13/10/2020

Cómo desarrollar una estrategia de email marketing

Una correcta estrategia de email marketing puede ser el ingrediente clave para que esta sea una herramienta fundamental para la construcción de relaciones con tus clientes actuales y potenciales.

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Cómo usuarios, cuando oímos hablar de email marketing, suena inmediatamente en nuestra cabeza una palabra: SPAM. Lamentablemente, es una palabra bien merecida por el pésimo uso que muchas empresas y agencias hacen de este canal, llenándonos de mensajes con información y ofertas inútiles, que no respondan para nada a nuestros intereses. Campañas de email marketing sin objetivos definidos y desconocimiento del potencial de esta herramienta, olvidada en gran medida por “culpa” de las redes sociales, hacen que hoy en día sea un recurso subestimado en una estrategia de marketing digital.

En este artículo te enseñaré a como sacarle provecho a este medio, conociendo que rol asignarle dentro de tu estrategia de marketing y así convertirla en una pieza fundamental para lograr tus objetivos. 

¿Qué es el email marketing?

Para empezar, repasemos la definición de email marketing. Es una herramienta a través de la cual enviamos correos electrónicos a una base de datos, que puede ser de clientes actuales o potenciales, con el objetivo de entregarles un mensaje de tu marca, que puede ser una oferta de venta, una noticia relevante a sus intereses, una acción de fidelización o algo tan simple como un saludo por una fecha especial.

Ahora, ejecutar una correcta estrategia de email marketing no consiste en solo tener una buena base de datos y asegurarnos de que los correos le lleguen a dicha base. Hay muchos otros frentes a tomar en cuenta, empezando por entender que es una herramienta que puede ser de utilidad para más de una etapa de relación con tus clientes potenciales y actuales: conocimiento, prospección, conversión y fidelización.

A partir de esta premisa, debemos considerar una serie de buenas prácticas que nos van a ayudar a afinar los mensajes que enviemos según el momento de comunicación en el que nos encontremos con ese cliente potencial o actual, para así construir una pieza relevante que te ayude a cumplir tus objetivos

Segmenta a tu base de datos

Es el primer paso a considerar para asegurarte que enviarás un contenido y/u oferta relevante al usuario al que te diriges. Además, te permitirá priorizar y definir cuáles son los segmentos más estratégicos según tu coyuntura de negocio y objetivos.

Crea tantos segmentos como necesites, pero solo los que puedas accionar con propuestas concretas.

Define un objetivo

Puede sonar redundante, pero sorprendería a más de uno saber cuantos emails se envían sin que se tenga un objetivo claro, es decir, sin saber que acción esperamos que haga el usuario. En función a dicho objetivo, adaptaremos nuestra comunicación, para que el contenido de toda la pieza apunte a cumplirlo, con mensajes claros y atractivos.

Es muy importante que este objetivo esté alineado a la etapa del funnel de conversión donde se encuentra el usuario. Por ejemplo, no podemos esperar concretar una venta si ni siquiera hemos conocido previamente a detalle los intereses de ese contacto, que parte de nuestra oferta le puede ser más relevante.

Construye un contenido relevante

No basta que el contenido responda a nuestros objetivos, tenemos que lograr que sea relevante para el usuario. Aquí es importante tener en cuenta tres factores: qué mensaje quiero comunicar al usuario, que le interesa leer al usuario y cómo quiere leer dicho mensaje. Este último factor muchas veces queda olvidado, lo que genera que, por culpa de un pieza mal diseñada, el cliente se pierda de algo que sí le interesa conocer y/o escuchar.

Ojo que no es suficiente con tener un diseño atractivo. Hay que presentar el mensaje clave de forma simple y directa, con un claro protagonismo por encima de otros elementos que puedan componer el email, facilitándole al usuario la lectura y comprensión.

Que el Asunto del email sea claro y llamativo

Cuando tenemos claro el objetivo y contenido a comunicar, debemos incorporar el mensaje clave en el Asunto del mail. No olvides que es lo primero que verá el usuario, por lo que debe llamar su atención de inmediato.

Cuida el uso de imágenes

A veces nos dejamos enamorar por una o varias imágenes que hacen que nuestro email marketing sea más atractivo visualmente. El potencial efectivo negativo es que tengamos una pieza muy pesada que tome muchos segundos en cargar cuando el usuario decide abrir nuestra comunicación. Además, muchas bandejas de correo electrónico bloquean automáticamente los mensajes con imágenes muy pesadas, pues lo consideran spam. El peso adecuado es de 72 ppp.

Otro criterio a tomar en cuenta es el uso de keywords y atributos ALT en las imágenes. Son tan importantes en una estrategia de email marketing como lo son en una estrategia SEO. Nombra a tus imágenes de la forma correcta, en línea con el mensaje clave de tu email marketing. Recuerda que los filtros antispam no tienen la habilidad de leer o interpretar imágenes. Facilítales el trabajo para asegurarte que tu pieza llegue a la bandeja principal de tu base de datos.

Piensa en los dispositivos móviles

Ya en el 2018, distintos estudios de Campaign Monitor nos decían que al menos el 50% de aperturas de piezas de email marketing se daban a través de dispositivos móviles

Por lo tanto, generar mensajes simples y directos se vuelve clave, tal como mencionamos en un punto anterior del artículo. Lo recomendable es trabajar con plantillas responsive donde, te asegures de colocar lo más importante para los usuarios que verán el email a través de un dispositivo móvil y luego podrás pasar a agregar otros elementos secundarios, sin saturar, para la versión desktop.

Frecuencia adecuada

Si no tienes este punto controlado, toda tu estrategia de email marketing puede irse al tacho de basura. Debes tener muy claro la cantidad de veces que envías comunicaciones a tus prospectos y/o clientes, para no saturarlos de información o dejarlos abandonados. Además, es importante conocer los días y horas que son más efectivos para tus envíos.

Envíos semanales, quincenales o mensuales es lo usual, pero todo va a depender del contenido que tengas disponible para enviar (no olvidar la relevancia) y los resultados que obtengas. No tengas escrito en piedra la frecuencia de envíos, adáptate a la forma de consumo de tus usuarios.

Mide tus resultados

Aplicar todos estos consejos sería en vano si no mides los resultados de tus campañas de email marketing. KPI’s como como tasa de apertura y clics suelen ser los más evidentes, pero agregar otros criterios va a depender directamente de la acción que esperabas obtener del usuario y tus objetivos de negocio.

Recuerda además probar constantemente cosas nuevas, porque los resultados obtenidos jamás serán estáticos y debes apuntar a mejorarlos todo el tiempo.

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