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Reestructurar dentro o fuera de un proceso concursal

Por Laila Escudero - 16/10/2020

Reestructurar dentro o fuera de un proceso concursal

Entendiendo un proceso concursal para reestructurar mi empresa en un escenario de insolvencia actual o potencial.

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¿Qué es un Proceso Concursal, Concurso de Acreedores o Concurso Preventivo?

Es un proceso cuyo objetivo es conseguir que un deudor, persona o empresa, en situación de insolvencia o inminente insolvencia, pague las deudas con sus acreedores en la medida de sus posibilidades. 

Con esta finalidad, el proceso le permite al deudor reorganizar o reestructurar sus deudas (incluyendo “quitas” y/o aplazamientos) con la finalidad de evitar la liquidación del patrimonio del deudor y que este continúe operando para generar los flujos de caja necesarios para dar cumplimiento al plan de reestructuración que apruebe la Junta de Acreedores.  Cabe mencionar que una vez que inicia el Proceso Concursal, la administración de la compañía pasa a la Junta de Acreedores hasta que se concluya el Plan de Reestructuración.

Si no fuera posible que el negocio continúe operando porque la situación de insolvencia es muy grave o el plan de reestructuración es insuficiente, el proceso concluye con la declaración de quiebra e inmediata liquidación del patrimonio del deudor (a cargo de una empresa liquidadora). Se distribuyen los recursos para el pago a los acreedores en un estricto orden de prelación o preferencia establecido por la legislación de cada país; por lo general, se cubren primero las deudas laborales, luego las previsionales, las tributarias y finalmente las deudas con los proveedores; y si quedara algún saldo (lo que es poco común), se queda con el deudor y sus socios.

La mayoría de procesos acaban en liquidación por los siguientes motivos: la compañía no cumple con las condiciones para ser reestructurada, no consigue que las Entidades Financieras concedan un nuevo crédito o que los socios aporten nuevo capital social.

¿Quién puede iniciar un Proceso Concursal?

Este proceso puede ser iniciado por el deudor (de forma voluntaria) o por alguno(s) de sus acreedores afectados (involuntaria). En ambos casos debe sustentarse ante la autoridad competente que la situación de incumplimiento de pago es generalizado y estructural, y que 

el deudor no puede continuar operando sin una reestructuración seria de sus acreencias. 

¿Cómo es que mi empresa llega a este punto?

Mucho antes de llegar a una situación concursal, la empresa debe llevar mucho tiempo sin generar suficientes flujos de caja positivos que cubran sus gastos operativos. Si pese a todos los esfuerzos realizados por mantener el negocio a flote, el arrastre de deudas es de tal magnitud que no solo se ha incumplido con los proveedores y financiadores, sino también con la Autoridad Tributaria y con los trabajadores, y las extensiones de plazos de pago con todos los acreedores se han agotado, el Concurso de Acreedores es inminente. En este punto, la empresa se encuentra en situación de insolvencia. 

El Concurso de Acreedores es el último recurso para cobrar una deuda antes de iniciar de manera formal una cobranza judicial. Dependiendo del importe de la deuda y de las posibilidades de cobrarla, por lo general, se tratará de evitar llegar a un engorroso, costoso y doloroso juicio que puede durar años y no conseguir ningún pago.

¿Es posible evitar un Proceso Concursal?

En caso que la compañía tenga financiamiento con una o varias Entidades Financieras, debe anticiparse cualquier potencial incumplimiento en el repago de la deuda e iniciar la ejecución de un plan de reestructuración en la empresa junto con la solicitud de reestructuración o refinanciamiento de los créditos con Entidades Financieras.

El objetivo es no llegar a una situación de insolvencia financiera, con el riesgo de que la compañía pierda más valor o peor aún perderla por completo a manos de los acreedores. Reestructurar a tiempo con un plan sólido podría conseguir el financiamiento necesario para cubrir las deudas más urgentes, renegociar con los acreedores y sacar a flote la compañía

¿Cuándo acogerme de manera voluntaria?

Antes de caer en insolvencia o que alguno de tus acreedores inicie el proceso dado que te dará tiempo para plantear un plan de reestructuración sólido con una adecuada asesoría financiera y legal que te permita conseguir financiamiento y salvar tu negocio.

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